27/3/08

HOY TAMPOCO




Hace días que no escribo. Mi animo y mi autoestima están bajo mínimos, mi mente es un laberinto, no se si voy o si vengo. No tengo iniciativa por decidir nada.

Estos días mis palabras no salen, no tienen el poder que suelen tener y se atoran en la punta de los dedos. Mi garganta esta bloqueada y solo tengo ganas de quedarme en la cama, con la cabeza metida debajo de las mantas...como si estuviera en el seno materno, calentita, sin que nada me moleste. Ya me molestan suficiente esos pensamientos nefastos que rondan por mi cerebro cual buitres carroñeros.

Hoy tampoco es un buen día.

19/3/08

TE AMARE

Se como te gusta Laura Pausini, me la machacasteis Marcel y tu, mi linda Marina, todo un verano poniendo continuamente su cd en el equipo de música.
Hoy encontre este video que ademas de tu cantante preferida, canta uno de mis cantantes preferidos, Laura Pausini con Miguel Bosé en una canción que expresa todo lo que siento.

Un beso desde eL ALMA.

8/3/08

HERMANAS ?????


Mis queridas hermanas, que fácil para vosotras la escusa de mis escritos en los blogs para poner distancia (si es que nunca hubo un resquicio de acercamiento) entre nosotras.
Que fácil es dar consejos, que fácil y que cómodo saber de una hermana a través de los demás, sin escucharla a ella. Que fácil para vosotras juzgar unas palabras escritas desde la desesperación; que fácil sacar conclusiones sin saber que consejos terapéuticos seguí antes de escribirlas. Que fácil hablar desde un mail, de que una se queda a veces sin palabras de lo que lee, sin ahondar ni pasar, por lo que en mi pequeña familia estaba ocurriendo.
Es normal que no os preocupe lo que diga o piense, nunca os preocupo saber que mis hijos me preguntaban el por qué su tia Carmina y su tia Nancy no los querían, porque no les preocupo a esas tías, el porque estaban en el hospital, puesto que nunca hicieron ni una sola llamada para preguntar por su salud.
Hace años me apartasteis de vuestras vidas, y antes de separarme del padre de mis hijos ya me echasteis a un lado, preferisteis formar un “clan” sin mí, entonces no entendí ni lo entiendo ahora; tal vez no haya nada que entender, simplemente es que cada persona es como es y vosotras sois así. No me dolía que me apartarais de vuestra vida, me dolía por que mis hijos os querían y no entendían el por qué nunca los invitabais a vuestra casa, y si lo hacíais con los hijos de otras personas. Ellos me preguntaban y yo les ponía escusas para no dejaros en mal lugar. A quien quiere escuchar, les contáis que vosotras los criasteis, que los querías como si fueran vuestros (espero que a los vuestros los queráis de forma distinta); no hermanas, los crie yo sola, sin vuestra ayuda, los únicos que me ayudaron a veces fueron mis padres.
Me dicen mis amigos, que os deje estar, que no os eche en cuenta, que no me haga mala sangre, pero ahora Marina ya no está, tengo todo el derecho del mundo a sentir rabia y rencor contra vosotras, ya que antes solo sentía dolor por vuestra mezquindad. Me dices que no sois hipócritas y por mal que os suene esa palabra, es la que mejor os define; aunque tengo más y más fuertes que os detallan de manera más concreta.
No me da la gana que os apropiéis de un dolor que no es más que fachada, el dolor es mío y de quien quería a Marina y vosotras no la queríais, no es un dolor vuestro, porque para que haya dolor hay que haber pasado lo que pasamos nosotros. No quiero que hableis a nadie, os lo prohíbo terminantemente, del amor que le teníais por que era vuestra sobrina, porque ella nunca se sintió como tal y nunca la tratasteis así; cuantas veces le quite el teléfono de las manos porque quería manifestaros lo infames que fuisteis conmigo y no la deje.
Si vosotras tenéis memoria, yo, desgraciadamente también la tengo y estos días, sin querer, rememoro pasajes de mi historia en los que no salís muy bien paradas, ya sabes Carmina, “la tostada siempre tiene dos caras”, eso me dijiste el día que se suicido Marina, y cada persona tiene la suya. Vosotras menospreciáis mi vida aunque nuca la habéis sabido de primera mano, nunca os ha interesado el daño que me hacia vuestra actitud ya que mi historia la desconocéis, solo sabéis de ella lo que habéis querido escuchar de otros y la parte que os ha hecho parecer victimas a los ojos de la gente, porque de eso se trata, con vosotras solo sirve lo que los demás ven. De realidades hay muchas, cada persona tiene la suya y vosotras os las hacéis como los trajes, a medida; mi vida ha sido como ha sido, pero nunca he ido de mártir, si he llegado donde estoy ha sido por mi esfuerzo, nunca me he colgado como una garrapata de nadie.
Mi vida la he caminado como mejor he sabido, como me ha parecido y eso a nadie le importa; mi condición sexual es como una afrenta personal y con quien me acuesto o a quien amo no es incumbencia, ni puede hacer felices ni desgraciados a nadie, salvo a quienes lo utilizan como escusa para rechazar a una hermana. Mi vida ha sido la que yo he querido y si volviera a vivirla, habría algunos pasajes en los que obraría de diferente manera, pero no me arrepiento de nada porque si de algo estoy orgullosa es que mi hija Marina me dijera muchas veces que de grande le gustaría ser como yo y eso me llena el alma de conformidad.
Marina escribía en foros y dejaba testimonios, yo también, pero lo que no sabéis es que también me mandaba mails con su amor, con sus dudas, con su “gracias mami”, como yo también se los mandaba a ella en los mismos términos. A veces nos dejábamos notas en casa para que el despertar las encontráramos, a Marina le costaba expresarse y así, en cartitas me decía lo mucho que me quería y admiraba, porque sin ayuda de nadie y hasta con el desprecio de mi propia familia, había salido adelante. Si con Marina hablabamos de vosotras a veces.
Nunca os intereso la enfermedad de Marina porque seguís en la época donde esas enfermedades tenían que estar escondidas, lejos de la vista de la gente, porque las enfermedades mentales, para gente como vosotras, son feas a la vista y como me dijo Nancy una vez, cuando quise alquilar una casa frente a la suya, no quería implicarse, porque la gente habla y lo de ir cada dos por tres las ambulancias a nuestra casa por intentos de suicidio de Marina, la hacía de menos en su “estatus” social; mejor nos fuéramos a otro lugar más lejos.
Me dices que me dejas con mi familia adoptiva, gracias por dejarme, pero no necesito tu consentimiento, con esa familia ya nos adoptamos mutuamente hace tiempo, casi tanto como el que me echasteis de la vuestra. Lo que si quería deciros, es que para lograr la felicidad de los hijos hay que hacer más cosas que las que vivir amargadas y a costa de la vuestra; la felicidad se busca, no se encuentra en permanecer anclados en un lugar donde no es el nuestro, ni en hacer lo contrario a nuestros sueños.
La felicidad, dicen, es la ausencia de miedo y os aseguro que no tengo miedo a vivir, aunque a veces un poco de miedo, como un huésped inoportuno, me haga una rápida visita, porque al fin y al cabo soy humana. Se enfrentarme a mis miedos, a quien quiera inculcármelos y con ellos hacerme sentir culpable, por eso tengo otra familia que no sois vosotras. La familia adoptiva que me he forjado, saben la lucha de Marina con su enfermedad, saben de mi lucha con ella y del amor incondicional que nos profesamos, saben también que alguna vez tenía que hacer y decir cosas que no sentía para que reaccionara, para que se enfrentara con sus crisis. Esos si pueden hablar, no vosotras que no sabéis nada porque nunca os quisisteis implicar por quien estáis llorando lagrimas de cocodrilo; ¿tal vez sea que vuestra conciencia os remuerde por no haber ayudado cuando se precisaba?, aunque para remorder la conciencia primero tendríais que tenerla y vosotras solo tenéis “estatus”.
Yo no tengo muchas cosas materiales, siempre he sido desprendida, nunca he buscado parecer más que lo que soy, una persona luchadora, con sueños en los que cree y camina hacia ellos, una persona que va con los sentimientos por bandera, porque nunca renunciare a luchar por lo que creo. No me importa no tener “status”, ni una vida cómoda, ni una vida insulsa, me importa mi gente, me importan mis hijos y aunque Marina ya se fue, esta de otra forma, ella me da fuerza para escribir lo que siento; me importa la gente que le importo y que no me juzgan, los que me quieren sea como sea y haga lo que haga.
Cuando escribí lo de hipócritas en el blog, estaba pasando un mal día, pero eso es algo que nunca comprenderéis, el que una madre pase un mal día por la muerte de su hija y sus hermanas no la amparen, y se exprese con dolor la falta de tacto de estas os resulta ofensivo; os ha incomodado lo que redacté y sin embargo no os empacha ni agravia ser unas farsantes que anteponéis la máscara de una vida convencional y digna pero escondéis bajo la alfombra la verdad vuestras miserables vidas.
Hipócritas por que antes de separarme del padre de mis hijos, las dos últimas navidades, me ocultasteis que las pasabais con nuestros padres y tíos, todos juntos; me tuve que tragar las lagrimas por el desprecio que me hicisteis a mí y a mis hijos. Cuando me entere de eso me sentí rechazada y menospreciada, así que no me vengáis con que he llevado una vida loca, eso fue antes; como en vuestras despedidas de soltera que las hicisteis las dos a la vez, la ilusión que yo tenía por ir a la despedida de mis hermanas y no me invitasteis; os escudasteis en que solo era para las amigas, a las que por cierto conocía a todas y también fue antes de llevar, según vosotras una vida descontrolada, a la que te referiste tu, Carmina y me escupiste al teléfono cuando te llame para comunicarte que Marina se había suicidado; te exprese con angustia que estaba sola; estaba sola en casa y te referí que hacía tiempo que ya me sentía sola sin vosotras, mis hermanas; me contestaste “lo que ha pasado es fruto de la vida que has llevado” , sin ninguna compasión por lo que yo, la madre de la que ahora lloráis a quien os escucha, estaba pasando en aquellos momentos.
Hipócritas si, por que pase por un cáncer de mama y ni siquiera vinisteis a verme ni os interesasteis cómo evolucionaba, era yo la que os informaba por teléfono. Yo os llamaba a menudo, y me entere de cosas que os pasaron, por que al cabo del tiempo me las contasteis vosotras, me dijisteis que no me lo contabais para no cargarme con más problemas, como si yo fuera estúpida.
Os puedo llamar hipócritas por que habéis tratado así a mis hijos, así me habéis tratado y seguís haciéndolo; ¿recordáis cuando el papa de mis hijos los echo de casa y yo todavía no tenia montado mi piso en Barcelona?, cuando paso eso, os pedí que hasta que encontrara escuela allá y tuviera todo organizado para que los niños pudieran instalarse dignamente, recogierais a mis hijos en vuestra casa, la contestación fue “que buscara una casa de acogida por qué no podíais”, era por un mes a lo sumo y no quisisteis tener a Marina por unos días en vuestra “cómoda” casa, y ahora la lloráis para hacer el paripé.
Os amparáis en la perfección de vuestras actitudes; pensáis que solo vosotras hacéis lo que debéis y queréis que me crea que ser personas dedicadas a ser infelices, podrá hacer felices a vuestros hijos. No sois perfectas ni tenéis unas buenas conductas o malas, simplemente son las vuestras, lo que pasa es que yo no juzgo, sencillamente cuento unos fragmentos de lo que he sentido con vuestras maneras de tratarme a mí y a mis hijos; como queráis vivir no me importa, me importa como nos habeis tratado; yo os he querido igual me hayais despreciado, mi capacidad de querer es muy grande y la de perdonar, espero que sea tan grande o más por que el rencor se agria y no quiero agriar mi vida aunque ahora siento que tenía que revelar todo lo que he dicho; seguro que me queda mucho en el tintero, por hoy ya he descargado piedras que tenia saturando mi mochila emocional y no me dejaban avanzar.
Seguiré buscando la felicidad en todo lo que hago, por que a ratos lo he sido y mucho; continuare haciendo mi vida como siempre, iré al encuentro de caminos que me lleven a crecer como persona, rodeada de personas que me ayudan a ensanchar mis horizontes, porque es algo de lo que Marina estará orgullosa eternamente.
Cerrare el capítulo de la familia, porque de mis padres, hace tiempo, me reconcilie con su recuerdo; me quedabais vosotras, a las que siempre me calle las decepciones que sentía con vuestros modos, para que al callar, me aceptarais. Ya no necesito vuestra aprobación, de algún modo, esto que he escrito me ha salido del alma, esa en la que habita Marina y que tal vez sea ella, la que me haya empujado y ayudado a transcribir estas palabras, porque sabe que es algo que llevaba a cuestas y me bloqueaba.

Hoy por fin cierro este capítulo de mi vida, y como diría Scalett O’Hara….”mañana será otro día”
( Os contesto en mi blog por que es donde a Marina le gustaba leerme y al que vosotras habéis accedido y os ha ofendido tanto encontrar el anterior post dedicado)

6/3/08

HIPOCRITAS.


Hace días que no escribo, estoy bloqueada....la realidad me golpea por momentos y me persigue la ansiedad. Vivo en estado permanente de angustia y todo lo que tengo que hacer se me hace una montaña. Supongo que es la depresión....dicen que es normal pero yo no quiero estar así.
El lunes voy al medico, tengo que viajar hasta mi ciudad y me aterra la idea de volver donde murió parte de mi vida; desde que se que voy a ir, no hago mas que llorar y desear borrar del mapa esa ciudad donde nunca fui feliz, donde mi familia de sangre solo esta para guardar las apariencias.
Mis hermanas, desde el día del funeral, una me ha llamado por teléfono dos veces, la otra ni una....como si con ir al entierro y hacer acto de presencia para que la gente viera que me estaban acompañando ya fuera suficiente...y eso duele, la hipocresía de alguna gente no me hace mella...la hipocresía de mi familia en mis propias carnes hace daño.