31/8/08

NO ME ARREPIENTO


No me arrepiento de nada

Desde la mujer que soy,

a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
—ellas habitando en mí queriendo ser yo misma—
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
—en horas de oficina—
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

GIOCONDA BELLI

3 comentarios:

Brígida dijo...

Querida Cinta,
Soy mujer, y con todo lo que he leido hasta hoy de ti en este blog, estoy orgullosa de ti... de atreverte de ser quien realmente quieres ser... sin mirar atràs, y contra todo lo que hay detràs, reprochando, mirando por encima de los hombros, creyendo que son mejor personas que tu, cuando en realidad son solo fachada.
Te admiro, de verdad...
Yo en dia de hoy, tambien estoy en duelo, por mi hermano, y dentro este duelo me estoy planteando mi vida, y creo que hasta hoy, he sido la mujer que se esperava que fuera, y eso poco a poco, quiero cambiarlo.

TE ADMIRO POR ENCIMA DE TODO Y DE TODOS.

Mil besos.

Brígida.

(por cierto, he encontrado tu blog por casualidad, a través del blog de Natxo, espero que no te haya molestado que me pusiera en contacto contigo, pero tenia la necessidad de decirte lo que he sentido al leer cada palabra tuya)

CINTA dijo...

Gracias por tus palabras, se que están escritas desde el corazón...eso siempre se nota.
Me uno a tu dolor y espero que algún día nos podamos reunir con nuestros ángeles.

Un abrazo enorme.

Natxo Rovira dijo...

Hola Cinta,

Que alegría haber recibido otro mensaje tuyo en el blog de David.

Y menuda sorpresa... no sabía que vivías tan cerquita. Y mucho menos que estuvieras en contacto con Ca n'Eva. Dices que ayer fue el primer día en el grupo de duelo, deseo que te fuera bien. Conozco algunas personas de ese grupo y me parecen absolutamente maravillosas, con mucha empatía y serenidad.

En Junio estuvimos con toda la gente de la Fundación en Sant Carles. Si el año que viene repetimos espero que podamos conocernos personalmente. Si es que no lo hacemos antes ;-)

Te envío un afectuoso abrazo con todo el cariño y compresión

Seguimos en contacto

Natxo

PS: por cierto, la poesía de este post es muy bella.